Sabor con la punta de la lengua

Raúl Rojo Peralta y José María Rivera*

El mapa de la lengua para detectar deseos

A lo largo de bastante time am Se pensaba que la lengua podía admitir distintas sabores, y de ahí que se creó el mapa de la lengua, como se le llama, que ponía la percepción dulce en la parte de arriba de la lengua y la amarga en el final. Y sucede que, si bien las papilas están repartidas por toda la lengua, sólo algunas de las unas partes de la lengua las sienten por igual, estando zonas mucho más sensibles a cada gusto.

Pero conforme la ciencia avanzó, esta creencia degeneró, puesto que nuestras papilas gustativas están repartidas por toda la lengua y completamente todas y cada una ellas, aproximadamente, tenemos la posibilidad de ser capaces de admitir los sabores de manera diferente. eficiente. Vamos a poder distinguir entre los sabores en la lengua de la zona occidental (a la que nos encontramos familiarizados), y los sabores de la zona oriental, donde el picante es un gusto bastante más habitual por poner un ejemplo.

¿Cuáles son los sabores del idioma?

Hasta el día de hoy, se tienen la posibilidad de detectar cinco tipos básicos de sabores que los humanos tienen la posibilidad de admitir:

  1. Dulce. Pertence a los primeros sabores que se muestran y entre los mucho más buscados por los vivos. Está en compuestos hidrocarbonados y alimentos que poseen glucosa. Este gusto puede mudar su intensidad y percepción en dependencia del aroma u fragancia.
  2. Salobre. Es el segundo gusto básico y se genera por la reacción del cloruro de sodio (sal común) y otras sales en los alimentos. Estas sales son primordiales para regular el organismo y buscar la estabilidad de adentro.
  3. Ácido. El gusto ácido o agrio se asocia a sabores que avisan de alimentos que tienen la posibilidad de estar en estado deplorable y, por consiguiente, tienen la posibilidad de llevar a cabo sentir mal a quien los come. En ocasiones es desapacible, pero asimismo contribuye a regular el pH del cuerpo. Los alimentos como los limones o las naranjas, tal como otros cítricos, son de sabores ácidos.
  4. Amargo. Exactamente la misma los dulces, este se encuentra dentro de los primeros sabores en realizarse y pertence a los 4 mejores. De la misma el ácido, advierte que los alimentos tienen la posibilidad de estar en estado deplorable e inclusive tóxicos, con lo que no en todos los casos tienen un gusto satisfactorio. No obstante, le agradan los sabores como el café o el chocolate puro por su amargor.
  5. Umami. Este último gusto, descubierto en los últimos tiempos, es profundo y interesante y está relacionado con el glutamato monosódico y lo generan los aminoácidos presentes en carnes o quesos curados, pescados salobres como las anchoas, en salsa de soja o té verde, en mezcla en cantidad considerable. de comida. . Transporta el nombre de 2 expresiones niponas: umai (exquisito) y mi (gusto). En la situacion de este gusto, los receptores concretos mucho más sensibles al umami están delegados por toda la área de la lengua.

Mapa del idioma y sabores

El idioma se podría dividir en distintas campos, en dependencia de dónde se halle cada gusto. También, ciertos estudiosos señalan que o sea un mito y que toda la lengua es con la capacidad de gozar los sabores de los alimentos.

Un sicólogo de Harvard llamado Edwin Boring creó el mapa lingüístico. Según este profesional, la punta de la lengua descubre el gusto dulce, y los lados precedentes, el salobre únicamente. El eje, el gusto amargo, y los lados siguientes, el gusto ácido.

Deseos personales

Pero los usuarios asimismo tienen sus deseos y esa es una opinión subjetiva que hay que tener en consideración, advierte el instructor de la USC Campus Lugo. Entre las causas que considera para argumentar por qué razón admitimos o rechazamos completamente los alimentos, cita las vivencias personales, nuestra historia cultural, la edad, el ambiente o las condiciones fisiológicas de cada uno de ellos.

Nuestros deseos asimismo son variables, no son muy equilibrados, y con una memoria imprecisa, o sea, lo que nos atrae el día de hoy, lo tenemos la posibilidad de odiar mañana. “Tenemos la posibilidad de charlar de un recuerdo de deseos, pero de un recuerdo que puede ser desapacible al comienzo y volverse interesante transcurrido un tiempo, y al reves. En el momento en que un niño prueba cerveza, acostumbra decir que es desapacible y después, en el momento en que es mayor, esa experiencia se transforma en algo placentero pues se conecta con algo entretenido al irse con amigos, por servirnos de un ejemplo. Como afirmaba, el recuerdo de los sabores es dependiente de nuestra experiencia personal y asimismo del ambiente en el que los vivimos. Si suceden en el campo familiar, por poner un ejemplo, ese recuerdo tiende a ser mucho más permanente en el tiempo”, afirma el científico.