En las fiestas y celebraciones no faltan las asambleas entre familiares y amigos, y la comida como fundamento de alegría y celebración. El deseo, el exitación y el desenfreno brotan de manera fuerte en el hogar y en la mesa. De eso se habla la celebración: de ir alén de las limitaciones sociales impuestas a nuestros cuerpos y frecuentemente pasa que ingerimos y tomamos bastante, pero entonces nuestra salud pasa factura. Ya que si nos pasamos de la raya, resulta conveniente tomar medidas para no enfermar, por servirnos de un ejemplo, comer alimentos depurativos que sean de temporada y mejor crudos: naranja, limón, manzana, calabaza, alcachofas, remolacha, ajo y cebolla. , toda clase de coles…
En los trastornos alimenticios ocasionales o diarios, es prioritario proteger bien nuestro sistema digestivo, eminentemente, tal como estimar la nutrición que practicamos en la vida. que nos encontramos a cargo. ¿Qué tenemos la posibilidad de llevar a cabo con las afecciones digestibles más frecuentes? Indudablemente, poner próximamente la medicina pues son muy desapacibles, y esto nos puede contribuir a tomar los remedios caseros para toda la vida con apariencia de alimentos, infusiones o decocciones.
Cólico biliar
El cólico biliar es el mal producido por la obstrucción de las vías biliares por un cálculo o lodo biliar. Es un mal que hace aparición en la parte de arriba derecha del abdomen pero asimismo puede presentarse como mal en la boca del estómago y puede irradiarse a la espalda. Acostumbra acompañarse de náuseas y vómitos y frecuenta generarse tras comidas abundantes o grasas. Si además de esto se acompaña de fiebre, hay que suponer que hay una infección de la vesícula biliar, colecistitis, que es una urgencia quirúrgica y necesita asistir a emergencias.
El cólico biliar frecuenta prosperar con analgesia, antiespasmódicos y antieméticos si hay vómitos. Tras el episodio agudo, hay que estudiar en solicitud con un gastroenterólogo.
Preparación
Primero, arroja el jengibre fresco en una cazuela con agua y déjalo hervir a lo largo de 5 minutos. Sacar del fuego, dejar descansar y colar.
Entonces añade el jugo de limón y la miel.
Por último, tómalo 2 o tres ocasiones cada día.
El té de manzanilla es otro buen antídoto para batallar este mal. Más que nada tras una comida bastante abundante.
