El paracetamol, por su lado, actúa para calmar el mal y la inflamación en la mayor parte de las situaciones, pero no posee acción antiinflamatoria. Además de esto, tiene menos resultados consecutivos gastrointestinales que el ibuprofeno. Este fármaco es una composición calmante y antipirética, con lo que es increíble para tratar lesiones o trastornos que no se acompañan de inflamación, como problemas y síntomas ocasionados por la gripe o la fiebre.
Las dosis idóneas cambian entre 500 mg y 1 g cada 8 horas, en dependencia de la intensidad del mal. Los especialistas aconsejan no mucho más de 3 g al día, para eludir daños graves en el hígado. El Dr. está en concordancia. Oñate con esta afirmación. Afirma que las dosis excesivas de paracetamol tienen resultados perjudiciales en el hígado.
Ibuprofeno
Relacionado con el paracetamol, el ibuprofeno puede alardear de su acción antiinflamatoria. Por este motivo, el ibuprofeno es un analgésico y antiinflamatorio correcto para calmar dolores leves o moderados (menstruales, musculares, bucales, de cabeza, etcétera.). Asimismo combate la fiebre y es útil en otros procesos inflamatorios.
En lo que se refiere a las contraindicaciones, no se aconseja su empleo en pacientes con úlcera gástrica, insuficiencia renal o hepática grave, pero asimismo tienen que tomar cautelas los que toman antihipertensivos. Es recomendable tomarlo con alimentos y, si se reitera la utilización, con protectores estomacales.
Paracetamol y alcohol
Tampoco se aconseja tomar paracetamol si se bebe alcohol frecuentemente (3 o mucho más copas -cerveza, vino, licor,…- cada día). Puede ocasionar daño hepático.
Acatando las dosis recomendadas y el tiempo de empleo, las mujeres embarazadas o lactantes tienen la posibilidad de tomar paracetamol.
Consejos para calmar el dolor estomacal
Aparte de tomar paracetamol para el dolor estomacal, el Instituto de Farmacéuticos de La capital española (COFM) proporciona ciertas sugerencias higiénico-dietéticas para eludir el dolor estomacal:
Masticar los alimentos despacio antes de comer.
Come sentado y pasa un buen tiempo comiendo.
Eludir temperaturas altísimas o bajísimas en alimentos y bebidas.
Escoge técnicas de cocina fáciles como asar a la parrilla, hervir, asar a la parrilla o al horno.
No tomes bebidas carbonatadas.
No tome fármacos antiinflamatorios como el ibuprofeno.
Impide el alcohol, el café, el té y el tabaco puesto que son irritantes gastrointestinales.
Haz cinco comidas pequeñas pero usuales cada día. No prosigas dietas de ayuno intermitente.
Es conveniente consumir alimentos como carnes rojas, embutidos, frituras, bollería y leche entera o derivados lácteos, chocolate, mahonesa, vinagre, condimentas, etcétera.
Los químicos apoyan la iniciativa de integrar mucho más verduras, patatas y frutas en la dieta día tras día.
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