Dolor en la parte interna del muslo
Una sensación de ardor y mal en la parte externa de la pierna puede representar que uno de los más importantes nervios sensoriales de las piernas, el nervio cutáneo femoral del costado (LFCN), es comprimido. Esta condición se conoce como meralgia parestésica.
Los nervios de tu cuerpo le dan al cerebro información sobre el ambiente (nervios sensoriales) y mensajes del cerebro para encender los músculos (nervios motores). Para realizar esto, los nervios tienen que pasar por arriba, abajo, alrededor y por medio de las articulaciones, los huesos y los músculos. En la mayoría de los casos, hay bastante espacio para aceptar un paso simple.
Bibliografía:
1. Arteaga RL. Síndrome trocantérico mayor (SMT). 2012. Hospital G.U Elche. :
2. Ho, G.W.K., y Howard, T.M. (2012). Síndrome de mal trocantérico mayor: mucho más que bursitis y fricción del tracto iliotibial. Reportes recientes de medicina deportiva, 11(5), 232-238.
Ejercicios de muslo de adentro
Sentadillas de sumo: Empieze con los pies bien separados, mucho más que el ancho de la cadera, y ponga las manos en frente de las caderas, tal es así que en el momento en que realice el movimiento, continúe en la mitad de las piernas. En este momento baja el leño, con la espalda recta, flexionando las rodillas hasta conformar un ángulo recto con las piernas. Si quiere que sus músculos trabajen mucho más, tome una pesa o una botella de agua y sosténgala con las dos manos, en frente de su vientre, y bájela hasta el momento en que prácticamente toque el piso. Debes realizar 3 series de 12 reiteraciones.
Sentadillas sumo isométricas: en este momento debes ponerte en la situación inicial del otro ejercicio, mientras que bajas para llevar a cabo la sentadilla, para a la mitad y mantén la situación a lo largo de 30 segundos. Los ejercicios isométricos son idóneos para lograr que los músculos trabajen duro. Si ves que no soportas los 30 segundos, procura soportar los 15 segundos. Haz el ejercicio 2 ocasiones.
Adaptación al entrenamiento
Si tuvimos un largo intérvalo de tiempo de inacción, cualquier entrenamiento que comencemos desde el comienzo puede lograr que nos duelan los muslos. No obstante, estos dolores deberían ocultar al poco tiempo, puesto que tendemos a realizar ejercicio.
Si comenzamos a llevar a cabo ejercicio al tiempo, sin pasar por la etapa previo de preparación del cuerpo para la actividad física, tenemos la posibilidad de sentir espasmos, calambres, mal o afecciones. Con lo que no debemos olvidar la relevancia de calentar y estirar en la rutina.
Fortalecimiento de aductores
Nos tumbaremos boca arriba, con la región lumbar bien pegada a la colchoneta y las piernas y los pies paralelos, los brazos apoyados en todo el cuerpo.
Pondremos una pelota de tamaño mediano entre nuestras rodillas y la presionaremos activando los músculos aductores. Sostendremos la contracción entre 6 y 12 segundos y descansaremos exactamente el mismo número de segundos.