Dolor en la parte interna de la rodilla
Los esguinces de rodilla lesionan la cubierta -cápsula articular- y los tendones -refuerzo- de la rodilla, frecuentemente en deportes donde el máximo esfuerzo se encuentra en los integrantes inferiores y es veloz y brusco. se efectúan cambios de dirección y sentido, por norma general agravados por la fuerza del enemigo. Según la situación donde alcance la tensión capsuloligamentosa antes del daño, se lesionará uno u otro ligamento. Lo común es que haya una flexión de rodilla de unos 60º, puesto que son los grados en los que las rodillas están mucho más inestables.
Lesión del ligamento colateral medial (MCL)
El ligamento colateral medial (MCL) es una banda flexible que se prolonga desde el fémur hasta la tibia en la parte interna de la rodilla. De la misma su homólogo, el ligamento colateral del costado (LCL), su función es normalizar la rodilla y alinear la pierna con el muslo.
Los estudios aseguran que las lesiones del MCL representan el 42% de los trastornos de los tendones de la rodilla. Estas lesiones se generan en el momento en que el ligamento se estira por encontronazo directo o compresión en la parte externa de la rodilla, como sucede en los deportes de contacto.
Conjunto de peligro:
Mayores que tienen inconvenientes para caminar, tienen una pierna mucho más corta que la otra o cojean por cierto motivo. Muy ocasionalmente en pequeños. El fundamento del avance de esta tendinitis del pie de ganso tiende a estar relacionado con un intento del pie de ganso de compensar una situación tibial en varo excesiva en la etapa de contacto del pie a lo largo de la carrera. En la mayoría de los casos, esta lesión es ocasionada por una debilidad excesiva del extendido medial. El deportista acostumbra enseñar mal y también inflamación en el momento en que se introduce el tendón de la corva. El mal incrementa de manera significativa a lo largo de la palpación de esta área.
- El reposo deportivo es primordial de entrada, una semana o diez días va a ser bastante. Si no son muchos lacerantes, se puede realizar un estiramiento de los isquiotibiales.
- Remover la causa de la inflamación (bicicleta indebida, silla de turismo bastante cerca del volante, ocupaciones poco comunes como bricolaje, etcétera.).
- Crioterapia (app de hielo) 3 o 4 ocasiones cada día a lo largo de 15 minutos. El hielo solo está autorizado a lo largo de los primeros 2 o 3 días y siempre y cuando la región (parte interna de la pierna bajo la rodilla) se vea hinchada, roja o ardiente en comparación con la otra pierna. Utilizar bastante hielo puede retardar y empeorar la lesión puesto que el hielo, por su naturaleza, difiere la circulación tanto de la sangre como de la energía.
- Si tras 2 o 3 días la región prosigue enrojecida, inflamada y ardiente, puedes llevar a cabo criomasaje, esto es, masaje con hielo que es realmente útil poner un vaso de plástico con agua en el congelador. y en el momento en que se congele corta la parte de arriba del vaso a fin de que el hielo quede libre y con eso masajea en círculos extensos por la región.
- Si no hay inflamación, calor o enrojecimiento en la región, se puede utilizar calor húmedo en la región para alentar la circulación sanguínea y energética y alguna crema homeopática a partir de Arnica montana
- La I la La utilización de rodilleras no semeja justificado pues esta lesión no interfiere de manera importante a la seguridad de la rodilla (en contraste a los esguinces ligamentosos) y por consiguiente comprimiendo la región lo único que tenemos la posibilidad de realizar es hallar mucho más irritación en la región.
- Los pájaros de barro verde hechos con harpagofito tienen bastante poder antiinflamatorio.
- Si hablamos de una lesión recurrente, sería aconsejable que un experto realizara una investigación biomecánico del pie para saber la necesidad de plantillas. En corredores puede deberse a una mala alineación del cuerpo con los pedales o el sillín. Si es una lesión accidental o un trauma, no es requisito.
- La acupuntura da excelente resultados, con lo que se aconseja tenerla presente.
- Si hay inflamación se aconseja medicación antiinflamatoria, que siempre y en todo momento es precripta por el médico.
- Fortalecimiento muscular si existe debilidad muscular, primordialmente del cuádriceps, con énfasis en el extendido medial, tal como acrecentar la elasticidad del tensor de la fascia lata.
- Altera el entrenamiento si es requisito, en lo que se refiere a intensidad y continuidad y área sobre la que corres.
- Presta atención a las zapatillas con las que corres. Ha de ser conveniente para correr con bastante amortiguación para eludir probables inconvenientes de tendinitis parado de ganso.
- El régimen de fisioterapia (masaje, ecografías, TENS, crioterapia, movilización articular) es requisito habitualmente para mitigar los síntomas y impedir las recaídas, adjuntado con los puntos precedentes.
Etapa ¿Dónde duele?
Si tiene mal en la parte externa de la rodilla y que se prolonga hasta la cadera, probablemente se trate del síndrome de la banda bífida (ITBS), asimismo popular como síndrome TBI o rodilla de corredor.
En el momento en que el mal se encuentra en concreto en la cara previo de la rodilla, sobre el polo inferior de la rótula, el inconveniente tiende a ser una tendinitis rotuliana, asimismo famosa como rodilla de saltador.
Tras resonancia imantada
- Resonancia imantada Nivel I: Edema/sangrado dentro o cerca del ligamento pero con fibras íntegras.
- Resonancia imantada nivel II: Rotura parcial de los tendones pero con continuidad y ciertas fibras íntegras.
- RM nivel III: rotura completa de tendones o avulsión ósea, discontinuidad y prácticamente sin fibras íntegras (5).
Una lesión aguda apartada del ligamento colateral medial puede presentarse con hinchazón local, equimosis y sensibilidad en la cara medial de la rodilla. Las lesiones incompletas del ligamento colateral medial tienen la posibilidad de ser mucho más dolorosas que un desgarro terminado del ligamento colateral medial. La hemartrosis estimula el derrame articular en las 2 horas siguientes a la lesión y recomienda una nosología intraarticular, como una lesión del ligamento cruzado.