Dolor detrás de la rodilla al flexionar y estirar
En el momento en que se muestran los primeros signos de mal, es preferible achicar el entrenamiento y asistir a un fisioterapeuta para un régimen inmediato. Generalmente, la terapia manual puede relajar, aflojar la región posterior de la rodilla y arreglar estas afecciones. El ejercicio terapéutico asimismo puede ser una parte del abordaje fisioterapéutico, en tanto que es requisito establecer nuevamente y establecer nuevamente el movimiento perfecto en la situacion de patologías del aparato locomotor. Además de esto, la mayor parte de los quistes de Baker se resuelven solos transcurrido el tiempo, si bien otros tienen que extirparse quirúrgicamente. En todo caso, siempre y en todo momento ha de ser un profesional sanitario el que examine a la persona y diagnostique con precisión. Ten en cuenta que es conveniente sostenerse en buena forma física y impedir lesiones, tonificar los músculos de las piernas, estirar tras cada entrenamiento y tomar días de reposo.
CONSEJO DEL MÉDICO
Te está cazando y lo sentimos por ti. El tirón del popliteo es tan molesto que puede llevarte al sofá, con todo cuanto detestas, y alejarte un rato del asfalto, la tierra, el tartán o la yerba. Si te ha cogido, sufrirás un fuerte mal en la parte de atrás de la rodilla, que podrías confundir con otras anomalías de la salud como una lesión del ligamento cruzado o aun una rotura de menisco de afuera, que está de manera directa relacionada con ella. Si el reposo, parcial o terminado, no es bastante y las afecciones persisten, prueba a utilizar un gel o aerosol antiinflamatorio en la región para calmar el mal y desinflamar el tendón o la vaina que lo cubre. No llegamos a decirlo, pero es la mano de los beatos: “el hielo es requisito para calmar el mal y desinflamar”. Además de esto, adjuntado con el gel o aerosol antiinflamatorio, el efecto se va a multiplicar por 2 seguro.
Si el mal es profundo, es preferible soliciar cita con su médico experto.
Lesión de menisco
Los meniscos son cartílagos con forma de letra C encargados de amortiguar el espacio entre la tibia, la rótula y el fémur. Los movimientos inesperados, singularmente laterales o de torsión, tienen la posibilidad de romper o desgarrar estos tejidos.
Según la región de la lesión se genera mal. Se puede producir tras las rodillas, a los lados, adelante y al caminar, subir y bajar escaleras.