El tapón mucoso es una secreción ubicada en el canal cervical, que sostiene sellado el cuello uterino a lo largo del embarazo, impidiendo una barrera físico-química y también inmunológica.
Se forma cerca de la séptima semana de embarazo y su función es primordial a lo largo del embarazo, puesto que resguarda de la entrada de gérmenes y otros agentes infecciosos.
Como entender si he perdido el tapon mucoso
Si te preocupa como comprender si he perdido el tapon mucoso, te contamos, para ciertas mujeres, ese es el expulsión. Va totalmente irreconocible. Dadas las semejanzas del fluído vaginal, que como entendemos incrementa a lo largo del embarazo, tenemos la posibilidad de confundirlo.
En otras ocasiones, la cantidad y, más que nada, una textura muy viscosa, señalan que hemos expulsado el tapón mucoso. Además de esto, en la situacion de apreciarlo en la lencería, comprenderemos que, en contraste a la dinámica, es realmente difícil de adecentar.
¿De qué forma sé si lo que expulsé es tapón mucoso o secreción?
En ocasiones el tapón mucoso se expulsa de solo una vez, y en otras ocasiones se expulsa como fluído vaginal a lo largo de múltiples días.
La descarga puede parecer «clara de huevo» muy afín a la descarga que sucede a lo largo de la ovulación.
¿Qué es el tapón mucoso?
¿Hiciste un rastreo de tu embarazo, has elaborado un plan de parto y jamás has oído charlar del tapón mucoso? Despreocúpate, no eres el único. Muchas mujeres no prestan atención al tapón mucoso hasta el momento en que llega el instante de ofrecer a luz. Un tapón mucoso es precisamente lo que semeja: una masa densa de moco (del tamaño de la nariz) secretada por las glándulas del cuello uterino.
¿Recuerdas de qué forma te enteraste de la mucosidad cervical en el momento en que estabas tratando quedar embarazada? Ya que bien, la mucosidad o moco cervical no solo guía a los espermatozoides hasta el óvulo, sino asimismo actúa como tapón mucoso.
¿Es verdaderamente un tapón?
Más allá de que se le llama tapón mucoso, no es verdaderamente un «tapón», sino más bien una substancia espesa que «cierra» el cuello uterino y también impide la comunicación entre el útero y la vagina.
El moco cervical se regenera a lo largo del embarazo, pero parte se suprime por medio de la vagina. Es el fluído habitual que experimentan muchas futuras mamás.
