Carta de una madre a su hijo mayor
No es moco de pavo ser hermano mayor, lo sé por experiencia. Quizás te solicito bastante solo por el hecho de que, tras ti, hay otros 2 pequeños pequeños que veo mucho más atacables. Ser el mayor significa madurar antes de tiempo y asumir responsabilidades prontísimo. Con frecuencia me escuchas decir que debes ofrecer ejemplo. Comprendo que no te parezca justo. Pero mira la hermosura de algo de esta forma: tus hermanos te imitan. Te respetan y el corredor ve todo cuanto haces, a dónde vas. Y si tú caes, él asimismo cae. Pero lo realiza gradualmente, ¿no es fantástico, hijo?
Frecuentemente te vas a preguntar por qué razón tienes que comunicar todo cuanto tienes: tu espacio, tus cosas, tu tiempo… Es bien difícil soliciar o soliciar algo y tu hermano de forma automática demandará lo mismo. De todos modos, sé que es muy desepcionante estimar algo y que alguien siempre y en todo momento desee lo mismo solo pues tú lo deseabas. Y lo malo es que, como eres el mayor, frecuentemente te solicitamos que seas tú quien presente pues eres mucho más maduro para comprenderlo. Y lo haces, o no lo haces. Por el hecho de que, naturalmente, tú asimismo eres un niño. Y tienes derecho a divertirse con tu turismo y entretenerte, a veces, solo, sin que absolutamente nadie te interrumpa ni dirija tus partidas.
Por el momento no vas a ser hijo único
En algunas semanas vas a dejar de ser hijo único y te convertirás en hermano mayor, y sé que vas a ser el más destacable hermano mayor. en este planeta. Por el momento no vas a ser mi único hijo, pero te puedo garantizar que siempre y en todo momento vas a ser mi primer hijo.
Eres la primera persona que me logró pasar noches sin reposar, que me ha dicho lo cansador que es ser madre y mujer trabajadora. Fuiste la primera persona en lograr que mi corazón se fundiera con tu sonrisa, con tu primer (y todos y cada uno de los siguientes) ‘mamá’ o ‘mamá, te amo’. Como tú tuve la ‘primera oportunidad’ de la maternidad. Pues tus abrazos me recargan las pilas considerablemente más que si me marcho de vacaciones del otro lado de todo el mundo, por el hecho de que eres mi energía, mi tesoro y mi todo.
Carta a mi hijo mayor en su cumpleaños
Promesa, 23 de febrero de 2020
Amado hijo: