Las ventajas y características de la miel para la salud humana se conocen desde la antigüedad, para empleo tópico y consumo como alimento natural.
Primeramente, la miel es la miel que no fué calentada a mucho más de 43º ni doblegada a ningún desarrollo, en contraste a la miel industrial, que es pasterizada. Otra garantía de calidad de la miel natural es su pureza y origen. El pequeño apicultor trabaja en el campo de las flores que sostiene un equilibrio compositivo en el néctar de la planta.
Caramelos de miel y limón
La mezcla de miel y limón es de las mejores que puedes hallar si precisas calmar las afecciones de garganta provocadas por un resfriado o tos. La miel tiene la aptitud de remover microorganismos y el limón contribuye mucha vitamina C, que se requiere para que las defensas naturales del organismo funcionen adecuadamente. Pero, además de esto, los dos elementos tienen características calmantes y antiinflamatorias, con lo que las pastillas blandas de miel de limón de Sawes son un óptimo antídoto para el mal de garganta. Y, para qué exactamente engañarnos, son muy buenas.
Tos y chocolate
Además de esto, como lo reafirmaron los estudios el año pasado, tienen un nuevo aliado, el chocolate. Si se funde un trozo de chocolate, cuanto mucho más obscuro es, mejor calma la tos. Todo ello para mitigar el popular efecto sobre las penas que nos genera un resfriado.
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¿De qué manera se prepara la miel con limón para la tos?
Hay múltiples maneras de tomar miel con limón. Todo es dependiente de para qué exactamente lo deseamos emplear. No obstante, en este articulo nos marchamos a centrar mucho más en de qué forma calmar el mal de garganta con miel y limón.
El sirope de miel y limón te va a ayudar a batallar el mal de garganta y los síntomas del resfriado.
Preparación
Para iniciar, coloca la miel, el jugo de limón y el jengibre en una cazuela a fuego medio.
Combinar todo con asistencia de la batidora de mano mientras que sube la temperatura.
En el momento en que se muestre espuma en la área, reduzca la temperatura y siga mezclando hasta lograr los 150 o 155 °C.
Ahora, echa unas gotas de la mezcla en un vaso de agua con hielo y verifica si están listas.
Si se pone duro inmediatamente, quiere decir que está ya listo. En caso contrario, prosiga mezclando a lo largo de unos minutos.
Deja que la mezcla se enfríe un tanto y viértela en moldes para caramelos.
En el momento en que se enfríen, quita las pastillas y espolvoréalas con azúcar hasta cubrirlas completamente.
Guárdalos en el frigorífico.
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