¿Como hacer un masaje en la espalda?
Tras ver todos las ventajas, ahora andas deseando estudiar a realizar estos masajes relajantes en el hogar. Ya que bien, vamos a ello.
Este probablemente sea uno de los puntos mucho más esenciales. Ha de ser una habitación ni fría ni ardiente, con poca luz, y muy sosegada, donde no haya estruendos.
Consejos para ofrecer un masaje de espalda
De qué manera das el masaje, dónde lo das y qué empleas son igualmente esenciales. Para comenzar, un óptimo masaje necesita un contexto relajante y relajado. Necesitaremos un espacio un poco íntimo donde poder relajarnos, sin bastante estruendos, limpio y con un fragancia satisfactorio. Además de esto, necesitaremos lo siguiente:
Si bien no en todos los casos puede ser, una cama con colchón estable o aun un sofá. Si bien la mejor opción alternativa sería una mesa que aguante el peso de un individuo, con una colchoneta o una área recia levemente acolchada para mayor tranquilidad.
¿Qué son los puntos de presión del cuerpo?
Conocemos como puntos de presión corporal aquellas zonas del cuerpo humano que, en el momento en que se usan de una manera cierta, tienen la posibilidad de ocasionar un mal esencial.
Si bien esta es una situación insondable, asimismo crean efectos ventajosos para la salud y esto es, en las manos correctas, lo que teníamos como una molestia puede transformarse en un exitación.
Ofrecer un masaje de espalda punto por punto
Entonces, es hora de empezar el masaje:
- Vuelca el aceite o crema de masaje en la palma de tu mano. Empieze de a poco y caliéntelo frotándolo entre sus manos antes de aplicarlo a la persona.
- Untar el aceite por la espalda. Hazlo con movimientos deslizantes, largos y uniformes. Use sus manos y empieze en la parte baja de la espalda (lumbar) de la persona y prosiga hacia arriba. Sostenga el contacto pero no ejercite presión mientras que regresa a bajar las manos. Repita esta técnica de tres a cinco minutos incrementando gradualmente de presión rápida a media para calentar los músculos de la espalda. Recuerda la región de los hombros y el cuello.
- Emplea la técnica del amasado. Esta técnica emplea movimientos circulares mucho más cortos con mucho más presión. Para llevar a cabo esta técnica puedes emplear las palmas de las manos, los dedos o los deseos, para efectuar movimientos circulares cortos y también intensos. Por servirnos de un ejemplo, puedes utilizar las puntas de los dedos, juntar y dividir, mientras que mueves las manos describiendo círculos. Con esta técnica de amasado que rueda y presiona para prosperar la circulación profunda. El movimiento debe ir desde la cintura hasta los hombros. Tienes que estimular con las manos toda la espalda a lo largo de cuando menos 5 a diez minutos. De a poco, despacio, con tranquilidad y asegúrese de que las manos estén ordenadas y los músculos se muevan/empujen en exactamente la misma dirección.
- Emplea una técnica de abanico. Párese en la cabecera de la mesa. Ponga los pulgares en la parte de arriba de la espalda, justo donde acaba el cuello y empieza la espalda. Cada pulgar en un lado de la columna vertebral. Utilizando un movimiento de «abanico» con los pulgares extendidos, presione delicadamente desde la columna y hacia los lados, bajando hasta la parte baja de la espalda; Puedes cambiar una sucesión de este movimiento, con una sucesión de prensas deslizantes, tirando de los pulgares en líneas rectas, que bajan paralelas a la columna. Asegúrese de estimular con las manos los músculos a cada lado de la columna, no la columna de forma directa.
- Para acabar puedes llevar a cabo instrumentos de percusión. Los movimientos de percusión (llamados «bofetadas») son movimientos de contacto breves y repetitivos, y se efectúan en el final del masaje. Piensa que tu mano es un cuchillo y andas cortando una cebolla, pero en vez de un golpe fuerte, precisas ofrecer golpecitos suaves y veloces utilizando solo el dedo meñique. Estos movimientos tienen un efecto incitante y compresivo sobre el tejido. Realice las técnicas en toda la espalda de la persona a lo largo de 2 o tres minutos.
Masaje relajante de hombros
Exactamente el mismo alegato es válido para este género de masaje usado en el momento en que sentimos la necesidad de dejar en libertad el agobio y el cansancio concentrado en los hombros.
En la actualidad, todas y cada una la gente, en mayor o menor medida, nos encontramos expuestas al mal de hombros por posiciones incorrectas por varias horas y horas a lo largo del día.