Con la llegada del calor, exponemos mucho más las piernas. Dejamos de lado nuestras zapatillas y zapatos y comenzamos a emplear sandalias, zapatos mucho más libres o aun caminar descalzos.
Es bueno e inclusive aconsejable para ofrecer independencia a nuestros pies, pero si no lo hacemos bien puede ofrecer rincón a fisuras que dan temor y feas.
Tipos:
Tienen 2 sitios preferidos en el pie: la región interdigital y los talones:
Las fisuras entre los dedos se asocian con un incremento de los procesos de humedad en los espacios interdigitales , que tienden a ser perceptibles en casos de incremento de la sudoración (hiperhidrosis) o en esas personas que no se secan bien entre los dedos.
Ardor o picor
Es el primer síntoma, adjuntado con el enrojecimiento, de un inconveniente que frecuentemente termina siendo mayor. La utilización de zapato cerrado y sin ventilación en invierno, tal como la humedad o el calor habituales del verano, hacen más fácil la irritación y deshidratación del talón.
Las fisuras en las piernas, si no se tratan, causan sangrado en la región. Este es un claro indicio de que la deshidratación perjudica a las capas mucho más profundas de esta piel.
Fisuras en los pies
Es bastante común que se generen fisuras en distintas zonas del pie. Los más habituales están en los talones y en los espacios entre los dedos.
Lo atrayente es emprender la causa del inconveniente, en el momento en que resulte posible. Por consiguiente, se tiene que hacer un óptimo diagnóstico causal, para intentar eludir las secuelas que de esto se derivan. Para ámbas ubicaciones de fisuras citadas previamente, talón y entre los dedos, las causas tienden a ser opuestas en mucho más del 90% de las situaciones. Esto es, al tiempo que las fisuras en los talones se generan por sequedad y falta de hidratación, las fisuras que se muestran entre y bajo los dedos se derivan de un exceso de humedad en esa región.
¿De qué manera calmar el adormecimiento en las piernas y los dedos de los pies?
Calentar los pies sumergiéndolos en agua ardiente o cubriéndolos con una manta ardiente, esto asiste para desinflamar los nervios, lo que transporta al alivio y despertar de la parte aletargada. Baje de peso pues la obesidad puede contribuir al entumecimiento de las piernas y los dedos de los pies.
No obstante, si las causas del mal en el dedo del pie al caminar no son por gota, podrían estar en tu modo de vida. El mal puede ser provocado por el sobrepeso, la inacción física o un incidente cerebrovascular no detectado.
