Elegir entre tu pareja y tu familia
Yo era un niño en el momento en que todo cambió, solamente tenía 16 años, y viví de manera permanente en España con mi familia a lo largo de siete años (si bien aquí estoy de vacaciones desde el instante en que era 4 años de edad. ). Por una parte, tuve contacto con mis prácticas y cultura árabes en el hogar y, por otra parte, con occidente en la escuela, amigos, etcétera. Tuve éxito en vivir entre 2 mundos totalmente distintas (si bien entonces me llevaría a muchas crisis existenciales), pues tomé de cada uno lo que tenía claro según mi ideología. Una oración que reconocí fue «estimar es poder». Y tuve el más destacable ejemplo en el hogar: mi madre.
<p class="justify-text" conmigo. Vivía en Extremadura con su familia de acogida y solo veía a su familia biológica en verano, en vacaciones. Con la realidad que llevar a cabo? Retorné a casa con un sentimiento irreconocible pero mágico, me preguntaba qué me pasaba, pero era un sentimiento que prefería dejarme llevar. Desde ese 12 de noviembre comenzamos a charlar en todo momento. Comenzaron sus visitas a La capital de españa, la mía a Mérida, y procurábamos cualquier explicación para vernos. Comenzamos a planear un futuro juntos, éramos amigos, asociados, novio. Pero llegó el próximo verano.
Cada uno de ellos en su sitio
Es posible que aún te cueste separarte de determinados nudos con tu familia natal, pero ahora has escogido un nuevo hogar. Entonces, debes ofrecerle a cada uno de ellos su sitio en tu vida.
Solo ustedes 2 tienen que tomar resoluciones similares con esta relación. No quiere decir que no consigas soliciar una opinión agregada, pero no es la determinante.
¿Por qué razón tu pareja tiene prioridad?
El mayor inconveniente es nuestra actitud. Ahora mismo, nuestro deber en general se restringe a nuestro pensamiento de «si se terminó, nos apartamos y no pasa nada», lo que provoca que tomemos la «salida simple» de la relación. No obstante, nuestra madre no puede parar de ser nuestra madre (si bien en ocasiones deseamos mudarla). Sabemos al cien% de la perseverancia de nuestros progenitores en nuestra familia, son nudos ireemplazables. Por otra parte, los nudos con nuestros asociados no son tan fuertes, si no se cuidan, se estropean.
El inconveniente de no comprender o sea que nos importa mucho más lo seguramente lo dudoso. Y en el momento en que charlamos de seguros, quiero decir que cuántas ocasiones has escuchado a alguien decir, «ese es mi ex–hijo» o «ese es mi ex–padre». Y sucede que tu familia jamás ya no es tu familia, no se pierde por un desencuentro, pero oímos bastante “mi ex- mujer está ahí”.
Caso real
Familia cuyos progenitores se apartan en el momento en que sus hijos son pequeños y como resultado hijo y también hija medran en un ámbito de inseguridad sensible, en tanto que sus progenitores estaban centrados en ellos y no sin nada a nivel material y describió la relevancia del acompañamiento ética mientras que medraban.