El hijo de mi pareja es insoportable

Es esencial tomarse el tiempo para poder ver si la adaptación es viable de a poco para conseguir una convivencia ideal con nuestra pareja y su hija, es esencial intervenir en la situación para sobrepasar la retroalimentación, pero asimismo es esencial entrar en contacto al experto expertos para arbitrar la situación.

En el momento en que en la pareja hay amor puro y transparente es esencial charlar de la situación y acordar para enfrentar este inconveniente traumático, es requisito trabajar la situación para procurar normalizar la relación. vencer el odio por la parte de los pequeños. La hija de mi marido es molesto.

No aguanto a la hija o al hijo de mi pareja:

En el momento en que no soportas a la hija o al hijo de tu pareja poseemos un enorme inconveniente.

En el momento en que conocemos a alguien y nos enamoramos y comenzamos una relación, tendemos a idealizarlo y meditar que todo va a salir bien. En el momento en que nuestra pareja tiene hijos, en ocasiones no es un obstáculo sino más bien un estímulo y una motivación.

¿Qué sucede con cada integrante de la pareja?

La novedosa madre experimenta toda una sucesión de cambios físicos y sicológicos a lo largo del embarazo y tras el parto. Su cuerpo está inundado de hormonas que la vuelven muy sensible y afectan su estado anímico. Tras ofrecer a luz, posiblemente se sienta apartada y sola con un tesoro bello en sus manos y agobiada por la compromiso.

El padre puede sentirse como un rey trabajador, por el hecho de que su pareja pasa la mayoría del tiempo con el niño. El niño tiene la atención incesante de la madre, y el padre puede sentir de forma fácil que su pareja le está prestando mucha menos atención que antes. La madre, agotada por la carencia de sueño y teniendo cubiertas todas y cada una de las pretensiones del niño, no entiende esta actitud negativa y excitable del padre. En este bucle, en el momento en que es realmente difícil decir qué ahora empezó, el enfrentamiento empieza a aparecer.

Convivencia progresiva

Si la relación avanza y deciden comenzar a vivir juntos, es preferible llevar a cabo este cambio de manera progresiva. Así mismo, va a poder ir ajustando y resolviendo enfrentamientos que de todos modos amenazarían la convivencia.

Deberías estudiar a tratar con los hijos de tu pareja antes de comenzar a vivir juntos. En caso contrario, empezará a vivir con extraños: ni tú ni ellos van a estar con ellos.

Tenga claro que no nos encontramos sustituyendo a su padre

Y, en consecuencia, el papel ha de ser diferente. En este sentido, la relación va a depender del tiempo que pasen con los chicos o chicas y de si van a vivir juntos o no. De entrada, la norma establecida es que la educación de los pequeños y pequeñas es compromiso de los progenitores. Así, no debemos perturbarlos ni socavarlos.