¿Cuando una pareja pelea mucho que significa?

1. Expresa tu opinión sobre un inconveniente.

2. Escucha los razonamientos de la otra persona.

Ojo contra la verdad

«Todo comenzó un día lluvioso… ella aguardaba que él le afirmara lo que ella deseaba percibir…» Desde entonces, todo va a ser una eternidad ojo. La verdad es que cada uno de ellos tiene su forma de ver el planeta. Eso sí, hay que localizar un término medio a fin de que el cariño -y no otros diablos- guíe vuestra relación.

Adivinar o no… ese es el problema. La multitud precisa comunicar sus críticas. Se verificó a nivel científico que aplicando la conocida oración: Quiero ser feliz que tener razón, quiere decir que entre los 2 debe ir al pozo de la sumisión. No obstante, sería excelente comprender que si tu pareja no comparte exactamente las mismas críticas que tú, no quiere decir que sean incompatibles. ¿Cuánto va a durar la satisfacción del derecho y… cuánto tardarás en recobrar lo que sacrificaste para lograrlo? Esa es la balanza donde tienes que sopesar los hechos. Mr. Ego es el que gana la riña, ese personaje que levanta nuestro orgullo y nuestro planeta. El ego es el que cuenta las riñas 2-0 en tus comienzos…ten en cuenta que el ego no quiere, solo compite.

Las razones por las cuales las parejas pelean

Las riñas entre parejas suceden tras la etapa en que se enamoran y, en dependencia de la intensidad de la relación (si viven juntos desde el comienzo, si viven en otras ciudades,…), esto sucede entre los 7 meses y los 2 años desde el principio. Es la llamada transición del sistema familiar ideal al sistema familiar real. Según psicólogos especialistas en precaución de la familia y relaciones de pareja, las discusiones al comienzo de una relación son saludables en lo que se refiere al ajuste de la pareja.

Al comienzo todo va realmente bien en la relación y la otra persona no posee defectos, o explicado de otra forma, las dos partes ignoran varios defectos que quizás no les satisfagan tanto como pensaban. La etapa de reajuste es precisa y también supone discusión, en tanto que se tienen que admitir las faltas del resto y las propias, llevar a cabo concesiones y, naturalmente, sostener la identidad propia y también individual hacia la otra persona.

Los permisos están desequilibrados

Muchas discusiones entre las parejas revientan en el contexto familiar: sobre el precaución y distribución de las tareas del hogar. ¿Recae esto en un integrante mucho más que en otro? ¿Las dos partes están en concordancia o existe la necesidad de una participación mucho más equitativa? ¿Alguien siente que tiene mucho más responsabilidades financieras, sentimentales o de precaución? ¿Los dos tienen la posibilidad de hallar su espacio para poder la satisfacción?

Este punto está íntimamente relacionado con el previo, estableciendo las bases de la relación de pareja.

– Reposar un rato

En todas y cada una de las discusiones, singularmente en el momento en que son serias, llega un instante en que de pronto levantamos la voz o hacemos comentarios poco edificantes de los que entonces nos arrepentimos, al fin y al cabo, entramos en un período de decirnos cosas negativas.

Si te tomas un reposo, puedes desconectarte de la negatividad que está ocasionando la discusión y meditar de una forma mucho más racional.