Hay algo peor en la sociedad de la cual formamos parte que no estimar ser madre. Piensa y, más que nada, di que fue un fallo. Lamentos de la maternidad: un análisis sociopolítico, una investigación elaborado por la socióloga israelí Orna Donath, lanza luz sobre un aspecto de la maternidad que es prácticamente tabú en el mundo entero. Donath junta y examina de cerca 23 testimonios de mujeres que aseguran haberse arrepentido de ser mamás. “Es el mayor fallo de mi vida”, llegan a terminar. Los testimonios corresponden a los testimonios de mujeres israelíes, pero podrían ser válidos para cualquier lugar de este mundo occidental clásico, donde no existe mucho más que el monopolio de los sentimientos y conmuevas relacionados con la maternidad.
¿Qué llevar a cabo si no te sientes conectado con tu hijo?
El apego, como el aprecio, es imposible forzar; y no debemos estar preocupados si no está allí instantaneamente. Lo común es que en algún momento se muestre, conque más que nada date tiempo. Debes ser tolerante y confiar en ti y en tu hijo. Tienes que olvidarte de las esperanzas y no compararte con absolutamente nadie.
El cariño y la conexión acostumbran a manifestarse transcurrido el tiempo sin precisar utilizar. Por consiguiente, la angosta relación que se establece entre madre y también hijo, con toda clase de cuidados en sus primeras semanas, es el paso inicial para entablar el vínculo.
¿Qué ocurre con cada integrante de la pareja?
La novedosa madre experimenta toda una secuencia de cambios físicos y sicológicos a lo largo del embarazo y tras el parto. Su cuerpo está inundado de hormonas que la vuelven muy sensible y afectan su estado anímico. Tras ofrecer a luz, posiblemente se sienta apartada y sola con un tesoro bello en sus manos y agobiada por la compromiso.
El padre puede sentirse como un rey trabajador, pues su pareja pasa la mayoría del tiempo con el niño. El niño tiene la atención incesante de la madre, y el padre puede sentir de forma fácil que su pareja le está prestando mucha menos atención que antes. La madre, fatigada por la carencia de sueño y teniendo cubiertas todas y cada una de las pretensiones del niño, no entiende esta actitud negativa y excitable del padre. En este bucle, en el momento en que es realmente difícil decir qué ahora empezó, el enfrentamiento empieza a aparecer.
Soledad desde antes de medrar en una tribu.
Las hermanas, las abuelas fueron parte activa de la crianza. era natural En este momento no, las mamás crían solas. Solos en el hogar, solos apartándose de las relaciones personales y expertos, lo que crea, habitualmente, un sentimiento de soledad y frustración, que les cuesta expresar y lo que sienten.
En ocasiones, los nuevos progenitores se sienten excluidos y apartados. Aun tienen la posibilidad de ver al nuevo bebé como una suerte de rivalidad por su atención. Como resultado, tienen la posibilidad de ingresar en un retraimiento radical y deprimirse. Incluirlo en el precaución de los pequeños puede asistir de forma positiva. Asimismo tienes que comprender que él podría llevar a cabo las cosas de forma diferente a ti, pero trata de ver alén de eso. Debes llevar a cabo las cosas a tu forma, y van a estar bien.
