Plantas de interior con flor poca luz

El píleo, asimismo famosa como la «planta de la moneda china» (por sus hojas verdes con apariencia de burbuja que se semejan a las monedas), como su nombre señala, procede de China. Es una planta subtropical y, por consiguiente, se amolda con perfección al cultivo de interior. Esta planta alcanzará de manera rápida su tamaño adulto de unos 30 cm.

La pila no puede exponerse a la luz directa del sol, puesto que quemaría su follaje, en especial en verano. Agradecerá algo de luz, pero no es muy riguroso.

Zamioculca, entre las plantas de interior ligeras mucho más resistentes

Una planta poco riguroso y muy agradecida. Cómprala en nuestra web de ventas en línea Verdecora

Su situación inicial en la lista de plantas de simple precaución no es en balde. Zamioculca es una planta extraordinaria, aparte de muy original por la predisposición de sus tallos y hojas, por muchas causas. No solo no es bastante riguroso en lo relativo a la iluminación, sino tampoco necesita un patrón de riego prominente, lo que lo realiza conveniente asimismo para esos que son nuevos en las plantas.

Bambú

Aparte de ser una planta de interior que acepta poca luz, el bambú asimismo acepta condiciones de poca luz y alta humedad, con lo que es conveniente para plantar en el baño. Es muy simple de proteger y da una sensación de tranquilidad y calma.

Este sutil helecho no posee hojas tan enormes. Su pequeño tamaño va a ayudar a que las hojas no se caigan desde la altura, y solo precisa una medida pequeña de agua para sostenerse de color verde refulgente.

Poto

Asimismo famosa como potos o fotografías, se encuentra dentro de las plantas estrella para interior. Esta planta trepadora es idónea para poner en macetas altas o jardines verticales, puesto que sus hojas tenderán a colgarse de las superficies, aportando un bonito estilo salvaje a nuestras estancias.

Plantas resistentes que viven su historia sin la luz directa del sol:

  • Tape: Una de esas plantas que no podía faltar en las viviendas de nuestras abuelas. Que sea un tradicional no quiere decir que debamos despreciarlo. Da gracias y se regresa mucho más hermosa con claridad, pero tienes que eludir a toda costa el sol directo a fin de que sus hojas no se pongan refulgentes e inclusive logren quemarse. Asimismo se la conoce como “planta araña”. Aseguran que es especialmente eficiente para purificar el aire.
  • Planta de dinero: Otro tradicional en varios hogares que jamás demostró su aptitud de producir capital como su nombre común señala, pero que ha aportado bastante confort. Es simple de proteger y muy vistosa. Precisa luz pero no sol directo. Otras virtudes que tiene: precisa poca agua, con lo que puedes salir de viaje sin peligro. En invierno puedes regarla cada 12 días precisamente. En verano una vez por semana va a ser bastante. Como es natural, si está cerca de un radiador o si su casa consigue los 50 grados en el verano, estos patrones tienen la posibilidad de ser distintas.
  • Pothos: Pothos, pothos, potus o epipremnum aureum. Llámalo como desees pero no lo pierdas en tu hogar. Es la planta que todo neófito en el planeta de las plantas de interior debe tener: bonita, fuerte, de veloz desarrollo… Puedes emplearla como planta colgante o escalar a un poste para hallar una planta bonita con un enorme número. O córtalo con regularidad y conviértelo en una pequeña planta ornamental (y de paso explota los restos de poda para gozar del exitación de hacer mucho más plantas gratis, en tanto que es increíblemente simple de reproducir por corte). Si bien sea tropical, no abuses del agua. Regar en el momento en que mires que el sustrato se ha secado. Si las hojas están amarillas, se ablandan o se caen, tenga precaución, probablemente haya regado bastante. Es verdad que le agradan los entornos lumínicos (si bien no el sol directo), pero es una planta tan fuerte que mientras que haya una ventana cerca va a poder progresar si bien la luz que le entre sea poca.
  • La palmera Chamaedorea, Pacaya o Chamaedorea elegans crea un ámbito fantástico por donde la coloques, y semeja una palmera. Es originaria de México y medra muy de manera lenta, si bien puede lograr un importante tamaño. Es muy fuerte, puede aguantar bajas temperaturas (aun en negativo) y no requiere mucha luz para mostrar hermosa. Fertilizarlo de forma regular en primavera y verano va a ayudar a que se vea excelente.
  • Dracaena: Otras plantas que nos agradan si las dracaenas son plantas con forma de palma. Son distinguidos y las hay de diversos tipos, ciertas como la dracaena marginata con unas rayas rojizas en los concretes de sus hojas planas que las hacen pasmosas. La luz no es verdaderamente un inconveniente para ellos, prosperan en cualquier rincón. Ten precaución de no encharcarlas y riégalas toda vez que aprecies que el sustrato se ha secado. Un tradicional entre las plantas de simple precaución, el caldo brasileiro es un género de dracaena (Dracena fragrans). Tiene hojas uniformes de color verde obscuro, en mi experiencia las mucho más resistentes al rayado, y de color verde claro e inclusive amarillo. Asombroso.
  • Heartleaf Philodendron: Es un trepador tropical (o cocodrilo, según se mire) muy semejante al potos. En ocasiones aun se confunden. Exactamente la misma su prima, es fuerte y comprende de claridad y humedad (no está de sobra rociar sus hojas ocasionalmente con una medida pequeña de agua). Pero hay que eludir el sol directo, que le hace daño y le quema las hojas.
  • Aspidistra: Es originaria de El país nipón y muy fuerte. Aguanta un extenso rango de luz, de poca a mucha, si bien no se le debe ofrecer una luz directa fuerte, que amarillearía sus hojas. El riego ha de ser moderado, mejor que la parte de arriba del sustrato se seque completamente entre riegos. Es una planta muy aconsejable para principiantes por su resistencia. Truco: un paño mojado en cerveza con regularidad sobre sus enormes hojas verdes quitará el polvo y le va a dar un brillo que va a hacer que parezca sacado de una gaceta de decoración.
  • Morning Helecho: Los helechos son unas plantas muy entrometidas, que no se reproducen por semillas sino más bien por esporas, y nos recuerdan a la temporada de los dinosaurios (por lo menos a mí). Y son plantas milenarias con inmensidad de variedades, desde tiempos tropicales hasta continentales. No obstante, por lo general son sensibles. Boceto, un día nos olvidamos de regarlas, y nuestro helecho puede elegir irremisiblemente que no desea estar mucho más con nosotros. El helecho peludo ha de estar en una maceta grande pero poco profunda que le deje medrar, en un espacio semisombreado pero con claridad y que reciba agua regular para sostenerlo húmedo pero no sumergido.
  • Calathea: Si bien la mayor parte de las plantas que no precisan mucha luz son de color verde profundo, para mejorar la luz que reciben con mucha clorofila, la calathea, con sus distintas tonalidades de color, puede suplir las venas de las hojas. piscina con color para el medioambiente Es una planta que procede de la maleza de los bosques tropicales, con lo que no puede estar sin sol, pero no lo desea por el hecho de que no le da el sol directo en su medio natural. Precisa claridad, conque colócalo cerca de la ventana. Asimismo precisa humedad. Evite los radiadores próximos.
  • Aglaonema commutatum: Como muchas de las plantas que aceptan poca luz, la aglaonema procede de bosques tropicales, asiáticos en un caso así. Tiene hojas muy enormes en múltiples tonos de verde, y desarrollan flores de color blanco o blanco verdoso. Vive bien con luz natural indirecta (no precisan estar cerca de la ventana) y en los meses de calor necesitan mucha agua (regar 2 o 3 ocasiones a la semana).
  • Ficus benjamina: La planta para principiantes más especial (en verdad fue mi primera planta). Soporta todo: mucho más luz, menos luz, olvídate de regar… Eso sí, si no es cómoda perderá las hojas como los árboles en otoño. E inclusive si ella es agradecida y próximamente echa nuevos brotes en relación la vuelves a proteger, te vas a pasar el día recogiendo hojas fallecidas, lo que puede ser un tanto incómodo. Tenga precaución de no pudrirlo. En ocasiones en el momento en que se caen las hojas nos obsesionamos con regarla. No es el agua la que siempre y en todo momento nos pregunta. Está bien que el sustrato esté húmedo, pero jamás encharcado, y si lo dejas secar entre riego y riego, no dolerá.
  • Spatiphyllum: Ciertos lo llaman la cuna de Moisés, o spathiphyllum. A veces, se la confunde con la aspidistra, si bien es simple distinguirla, especialmente cuando la ardilla nos obsequia sus lindas flores blancas con apariencia de cala, que contrastan con el verde de sus hojas. Es simple de cultivar y resiste con perfección zonas con poca luz, si bien las flores se acostumbran a ofrecer en el momento en que está en un espacio lumínico. No obstante, sin flores asimismo es realmente bonita, y en todo caso no debe exponerse a una luz directa fuerte, que podría abrasar sus hojas. Le agrada el agua, más que nada en verano, pero puede soportar nuestro abandono si en algún momento olvidamos regarlo. Ella misma nos advierte: si notas que se le caen las hojas y semejan «mucho más blandas» de lo común, riégala. En unas escasas horas, volverán a estar erguidos y contentos.
  • Maranta: ¿Precisas algo de color en tu compilación de plantas con poca luz? Es bien difícil que las flores medren en sitios con poca luz, con lo que hay que escoger una planta con colores diferentes al verde en sus hojas, como la maranta con sus nervios colorados. Seamos honestos, la maranta se va a ver mucho más bonita en una región bien alumbrada (el sol jamás da de forma directa), pero es tan fuerte que soportará bien en una región con poca luz. Naturalmente, cerca de la ventana. Necesita que la tierra esté siempre y en todo momento húmeda pero no sumergida. La maranta es similar a la calatea, pero se distingue en que sus hojas son mucho más caídas, menos altas. En verdad, en su hábitat natural (bosques húmedos brasileiros) es una planta de cobertura del suelo. Una curiosidad: exactamente la misma el girasol, la maranta puede desplazarse según la hora del día. La pluralidad «fascinator» llega a retirarse completamente a lo largo de la noche.