Con la llegada del calor, exponemos mucho más las piernas. Dejamos de lado nuestras zapatillas y zapatos y comenzamos a emplear sandalias, zapatos mucho más libres o aun caminar descalzos.
Es bueno e inclusive aconsejable para ofrecer independencia a nuestros pies, pero si no lo hacemos bien puede ofrecer rincón a fisuras que dan temor y feas.
Consejo:
El precaución y la hidratación de la piel importan, usando cremas exfoliantes (En Clínica Podal La Malagueta tenemos cremas destacables para tratar esta lesión) y limpiando las callosidades. Si puedes preguntar a nuestro podólogo, el mucho más conveniente, te va a ayudar a administrar mejor tu inconveniente. Debe buscar la causa si estas fisuras prosiguen y la solución puede ser mucho más simple si la efectúa el profesional conveniente.
Nos encontramos a su predisposición para sus consultas sobre esta y otras condiciones en nuestro Twitter, Fb y Clínica del Pie La Malagueta.
Consejos para impedir esta nosología
Es bastante más frecuente y habitual tener los pies secos y resquebrajados. Esto se origina por que normalmente tendemos a no prestar mucha atención a nuestros pies.
Es un fallo muy habitual que se acostumbra cometer, puesto que las piernas son una sección primordial de nuestro cuerpo, puesto que van a aguantar todo el peso del cuerpo.
TIPO DE CALZADO
La piel se reseca mucho más en las ubicaciones del pie que están mucho más presionadas, comunmente los talones, con lo que el zapato asimismo perjudica. El género de suela, el ablandamiento o la utilización recurrente de sandalias con tacones libres tienen la posibilidad de acrecentar la sequedad de la piel.
Caminar descalzo y estar sobre el peso del cuerpo conveniente ejercita la mayor presión sobre el pie. El riego sanguíneo es mucho más deficiente en las ubicaciones que deben aguantar mucho más carga y, por consiguiente, los nutrientes llegan con mayor contrariedad a las capas superficiales de la piel, lo que puede ocasionar su desintegración.
Infección
Las fisuras acostumbran a ocasionar infección en la piel del talón. En estas situaciones, se aconseja eludir probables tratamientos caseros o precriptos por expertos no sanitarios. Por consiguiente, el podólogo, como experto, establecerá el fármaco mucho más conveniente para mitigar esa infección.
En todo caso, las fisuras en las piernas no acostumbran a verse como síntoma de ninguna nosología grave. Este inconveniente se puede impedir de forma fácil, siempre y cuando se cumplan múltiples estándares para asegurar la atención.
