¿Que pasa si te muerdes las uñas?

María Viridiana Torrijos Valencia*

¿De qué forma dejar de comerse las uñas?

Hay que supervisar el inconveniente de comerse las uñas a fin de que no vaya a mucho más y provoque entre las ocasiones mentadas previamente. Es algo bien difícil, pues este hábito se transforma en una suerte de beneficio que se hace sin ser siendo consciente de ello.

Entre los métodos son esos esmaltes de uñas particulares que tienen un gusto un tanto desapacible que nos hacen perder el interés por pintarnos las uñas. La onicofagia, por otra parte, está de manera directa relacionada con la ansiedad, con lo que un mejor manejo del agobio es útil para poder el abandono.

¿Te muerdes las uñas?

Tienes que saber que hay una inmensidad de bacterias amontonadas bajo las uñas que van a hacer que estas deambulen libremente por la boca, caso de que te muerdas las uñas. Esto no es positivo para la higiene dental. Pero es que asimismo las uñas son un aspecto duro que nuestros dientes no tienen que morder. Todos entendemos que los dentistas no aconsejan emplear los dientes para abrir botellas o masticar hielo u otros elementos duros. Bueno, lo mismo sucede con las uñas. Si sigue el hábito de apretarlos, es mucho más posible que los dientes se astillen o aun se rompan.

Comerse las uñas y patología periodontal

Distrofia del canal medio

Otra condición común es la distrofia del canal medio de Heller, que se identifica por una banda lineal en la línea media de la uña. Son pacientes que no siempre se muerden las uñas, pero en todo momento se hacen cosquillas: “tocan y tocan, con movimientos repetitivos sobre la uña, hasta el momento en que consiguen doblarla”. La mugre se amontona allí, creando una banda obscura. La uña cambia completamente.

La onicofagia, la onicotilomanía y la distrofia del canal mediano de Heller afectan la estética de las manos, la arquitectura habitual de las uñas.

Falta de desarrollo

En el momento en que la uña se corta intensamente, tarda bastante en regresar a medrar y, si lo realiza, va a ser no apto. Esto, por servirnos de un ejemplo, provoca que los dedos se vean mal y perjudica la hermosura de las manos.

En el momento en que deseas tomar algo, abrir un bulto, usar herramientas, redactar en el computador o en el móvil inteligente, el mal es molesto, en tanto que el fácil roce de los dedos nos transforma en una cuestión de parálisis.