Hola a todos 🙂 El día de hoy les doy ciertos consejos de como proteger sus uñas. Siempre y en todo momento charlamos de de qué manera proteger nuestros dedos, ¡pero no tenemos la posibilidad de olvidarnos de nuestros pies! Los dos meritan exactamente el mismo precaución.
Estas son ciertas recomendaciones para sostener tus uñas limpias:
Limpia las uñas periódicamente, enjabonando bien las espacio entre la piel y las uñas. Esto asimismo nos va a ayudar a eludir la aparición de cualquier género de hongo.
Hágase la pedicura de forma regular, lo que va a ayudar a que sus uñas se vean verdaderamente lindas. ¡Nosotros nos ocupamos de esto en nuestros salones!
Loción humectante casera
Esta loción la puedes realizar de forma fácil en el hogar y aplicarla todos y cada uno de los días masajeando los pies, tras la ducha y antes de reposar. Te despertarás con los pies suaves, descansados y preparados para un día de trabajo.
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Protégelas de la humedad
En el momento en que te frotes o si vas a sostener las manos un buen tiempo en el agua, use guantes para resguardar las uñas de la humedad. Úsalos asimismo en cualquier actividad que logre ser un ataque a las uñas, como la jardinería, el bricolaje o las manualidades. Esto los resguardará del jabón y otros químicos beligerantes que podrían dañarlos.
En el momento en que nos encontramos alterados, frecuentemente tendemos a ofrecernos en las uñas y bajar nuestra ansiedad sobre ellas. En un largo plazo, este hábito puede ocasionar daños irreversibles en las uñas e inclusive perjudicar a nuestros dientes.
CONSEJOS BÁSICOS PARA EL CUIDADO DE LOS PIES
Lava tus pies todos y cada uno de los días. La rueda frecuente se combina con la falsa sensación que acostumbramos a tener de que el agua y el jabón que nos cae en los pies en el momento en que nos duchamos es bastante. Si bien claro, no es así. Lávelos todos los días. De prioridad un jabón neutro y recuerda que precisan tanto precaución como el que le das a tus manos.
Obséquiate un instante de relajación con un baño relajante para tus pies. Prepara agua ardiente y añade sal gruesa, sales fundamentales, vinagre de sidra de manzana o bicarbonato de sodio, por poner un ejemplo. Gozarás de una fantástica sensación de confort prácticamente inmediatamente y tanto tus piernas como tus pies te lo agradecerán. Rituales que te asisten a achicar la tensión amontonada, idóneos asimismo para beneficiar una adecuada circulación. Recuerda no tener los pies en el agua mucho más de media hora.
No olvides secarte bien los pies tras la ducha o pediluvio antiestrés. Del mismo modo frecuentemente no nos paramos a lavar esta una parte de nuestro cuerpo como deberíamos, y bastante menos nos paramos a desmaquillarla apropiadamente. Y no obstante, este se encuentra dentro de los consejos mucho más esenciales que te daremos el día de hoy. Seca realmente bien tus pies. Y más que nada, seca muy bien los espacios entre los dedos. Es la manera mucho más segura de eludir la aparición de hongos y eludir sus molestos síntomas y secuelas.
Suprime durezas usando piedra pómez o limas particulares para los pies con cierta frecuencia. Es esencial “agredir” las dolorosas y antiestéticas durezas y callosidades en el momento en que la piel está blanda, por este motivo, siempre y en todo momento lo vamos a hacer tras la ducha o tras estar los pies en agua ardiente a lo largo de 15 o 20 minutos.
No olvides humectar tus pies con la mayor continuidad viable. La piel es mucho más flexible y fuerte en el momento en que está mucho más hidratada. Y en la situacion que nos ocupa, humectar los pies significa dotarlos de una excepcional barrera contra las infecciones de la piel, los callos y las durezas. Eso sí, impide a toda costa ponerte crema en los pies a lo largo del día. Por el hecho de que si te pones los zapatos y/o los calcetines enseguida, tu piel no absorberá la crema adecuadamente. Y producirá un ámbito húmedo dentro del zapato. Nada aconsejable para las piernas ni hallar el efecto que procuramos.
